El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, dejó entrever la posibilidad de recortar las tasas de interés en el futuro, al tiempo que enfatizó que los riesgos de una mayor inflación y debilitamiento del sector laboral complicaría un posible recorte.
Powell subrayó que la Reserva Federal mantiene un enfoque vigilante sobre los precios y empleo, y que cualquier ajuste deberá estar respaldado por datos macroeconómicos. Analistas señalan que un movimiento de reducción podría ayudar a sostener la actividad económica ante señales de desaceleración, pero advierten que el costo podría ser un incremento adicional de la inflación a medio plazo si el estímulo es demasiado amplio o mal calibrado.
La posición de la autoridad monetaria refleja un equilibrio entre apoyar el crecimiento y preservar la estabilidad de precios, especialmente en un contexto de incertidumbre global y resiliencia desigual entre sectores.
En el entorno de mercados, la expectativa sobre posibles recortes ha generado variados planteamientos entre inversionistas: algunos ven la medida como un catalizador para la inversión y el crédito más accesible, mientras otros temen que una reducción prematura debilite la credibilidad de la Fed y desate futuras volatilidades. Por ahora, la entidad mantiene su comunicación clara sobre la necesidad de datos consistentes que justifiquen cualquier cambio en la política.
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