Pocas tiempo después de que Elon Musk tomará el control de Twitter, el propietario se vio inundado de súplicas y demandas de cuentas prohibidas en el mundo. La gran cantidad de solicitudes subraya el desafío que enfrentará, equilibrando la promesa de restaurar la libertad de expresión y evitar que la plataforma descienda.
El ex-presidente Donald Trump, quien tiene un bloqueo permanentemente en Twitter por acusaciones de incitar a la violencia, dio la bienvenida a la toma de control, y señaló poco sobre su regreso a Twitter.
Dmitry Medvedev, ex-presidente de Rusia, tuiteó sus felicitaciones, esperando superar el sesgo político y la dictadura ideológica mostrada por Twitter.
Otros pidieron al nuevo dueño de Twitter que revirtiera sanciones impuestas por la plataforma. La presión aumentará sobre Musk y la red social, debido que se dirigirá al personal tras cerrar el trato.
Musk no dio detalles sobre cómo logrará los objetivos y promesas trazadas sobre la empresa. Probablemente recortará empleados, aunque trató de calmar los temores de sus nuevos empleados, además de asegurar que las reglas de moderación de contenido no dañarán su atractivo.
Musk, dirige la compañía SpaceX, y planea convertirse en el director ejecutivo de Twitter, según algunos medios en Estados Unidos, que también señalan que planea eliminar bloqueos permanentes de usuarios.
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