En un movimiento que subraya la dinámica geopolítica en la región del oriente medio y las nuevas oportunidades que se abren para Damasco, Siria planea imprimir una moneda de nuevo diseño en los Emiratos Árabes Unidos y Alemania, dejando a un lado a su antiguo aliado, Rusia.
La impresión de sus monedas en estos países refleja una mejora en los lazos con las naciones árabes y algunos países de Occidente, impulsada por la relajación de algunas sanciones por parte de Estados Unidos.
Esta se reafirma, con la firma del acuerdo por 800 millones de dólares entre Siria y la empresa DP World para desarrollar su puerto en Tartús. Este pacto representa la primera inversión de envergadura desde el anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre el levantamiento de las sanciones contra el país levantino.
Las autoridades sirias exploran activamente la posibilidad de trasladar la impresión de su moneda a Alemania y los EAU a principios de 2025. Estos esfuerzos ganaron impulso tras la decisión de la Unión Europea de aliviar algunas de sus sanciones.
La influencia rusa genera malestar entre los países europeos, que buscan limitar el poder de Moscú tras su incursión en Ucrania. En este sentido, la decisión de suspender las sanciones al sector financiero sirio relacionadas con la impresión de moneda allanó el camino para que Damasco explorara alternativas.
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