El Banco de Inglaterra ha tomado una decisión que marca un giro en su política monetaria, al recortar las tasas de interés en un intento por estimular la economía. Sin embargo, la decisión no fue unánime, ya que cuatro de sus nueve miembros del comité de política monetaria optaron por mantener los costos de endeudamiento sin cambios, lo que sugiere que los recortes podrían estar llegando a su fin.
El órgano rector de la política monetaria en Inglaterra anunció que, tras la reducción, la tasa bancaria pasará del 4,25% al 4%, en línea con las expectativas del mercado. La decisión respaldada por el máximo responsable del organismo, Andrew Bailey, quién considera que la reducción sería beneficiosa para apoyar la recuperación económica.
El pronóstico sugiere que el Banco Central podrían duplicar el objetivo de inflación del 2%, reflejando una tendencia a ajustar las tasas en función de la evolución económica del país. La divergencia en las opiniones dentro del comité sugiere que, aunque la reducción actual fue aprobada, existe un debate interno sobre la dirección futura de la política monetaria.
La decisión refleja igualmente una política monetaria en transición, con una división interna. La atención ahora estará en cómo evoluciona la economía y que buscará mantener la estabilidad en un entorno de incertidumbre.
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