Estados Unidos y Rusia analizan posibles acuerdos energéticos al margen de sus esfuerzos para lograr una paz duradera en Ucrania. Planteándose incentivos para alcanzar un alto el fuego, mientras, evalúan la posibilidad de suavizar algunas sanciones.
La dinámica de estas conversaciones revela dos motores clave de la agenda estratégica: seguridad energética y presión política. En este marco, los interlocutores exploraron la reactivación de proyectos petroleros y gasíferos que han estado en pausa o con restricciones desde el inicio del conflicto.
Entre las opciones se encuentra la posibilidad de que Exxon Mobil, vuelva a participar en el complejo energético ruso de Sajalín-1, proyecto que podría generar un equilibrio energético global.
El permiso para que Exxon Mobil participe en Sajalín-1 supondría un hito en las relaciones entre ambos países, dadas las sanciones y fuerte escrutinio que ha marcado las interacciones desde 2022.
Analistas consultados señalan que estas conversaciones, si bien no constituyen acuerdos vinculantes, podrían enviar señales importantes sobre la voluntad de ambas potencias de gestionar el conflicto a través de herramientas de mercado antes que por la confrontación directa.
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