Los jefes de la diplomacia del G7 mostraron unidad ante la política ejercida por China, rechazando divergencia de opiniones con respecto a Pekín. Reunidos en Tokio, los ministros de Relaciones Exteriores de los 7 principales países industrializados discutieron al ascenso de China, además reiteraron el apoyo a Ucrania tras la incursión militar rusa.
Los ministros rechazaron los lanzamientos de misiles norcoreanos y afirmaron su determinación de no aceptar ningún intento por cambiar el status quo por la fuerza.
Además recordaron las tensiones con China por Taiwán, debido que un destructor estadounidense navegó el Estrecho de Taiwán, que Pekín reclama como parte de su territorio, organizado ejercicios militares.
Yoshimasa Hayashi, ministro de relaciones exteriores de Japón señaló que la comunidad internacional esta en un punto de inflexión histórico, además rechazó cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo en Ucrania o en cualquier parte del mundo.
Los ministros acordaron intensificar los esfuerzos para prevenir la evasión de sanciones por parte de Rusia, así como sobre el suministro de armas a Rusia por cualquier vía, lo que podría considerarse una advertencia hacia Xi Jinping.
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