La inflación en Estados Unidos probablemente repuntó ligeramente en el mes de julio, pero no lo suficiente para que la Reserva Federal renuncie a un recorte de tasas durante el mes de septiembre.
Probablemente el índice de precios al consumo haya subido 0,2 por ciento desde junio, tanto en el dato principal como en el indicador subyacente. Aunque cada uno supondría una aceleración en comparación a junio.
La relajación sobre las presiones de los precios reforzaron la confianza de la Reserva Federal en que pueden empezar a recortar los costos de endeudamiento, mientras que, vuelven a centrar su atención en el mercado laboral.
El reporte sobre el empleo del mes de julio mostró que los empresarios redujeron la contratación y la tasa de desempleo aumentó por cuarto mes consecutivo, disparando un indicador clave de recesión, lo que generó una caída en las bolsas a nivel mundial.
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