Nestlé ha puesto en marcha un proceso de revisión estratégica para su cadena de cafeterías premium, Blue Bottle Coffee. Este movimiento, que podría culminar en una venta, no es una decisión aislada, sino un reflejo de una tendencia sectorial más amplia que busca la eficiencia y la simplificación de modelos de negocio.
La empresa de alimentos está colaborando con el banco de inversión Morgan Stanley para evaluar todas las opciones posibles para la marca. La colaboración con un actor de peso como Morgan Stanley subraya la seriedad con la que la corporación suiza aborda este cambio.
El objetivo central de esta revisión es racionalizar la cartera de la empresa. Nestlé ha operado con un enfoque principal en la producción, distribución y venta de bienes de consumo envasados. Sin embargo, la gestión de una cadena de establecimientos minoristas físicos como Blue Bottle Coffee introduce complejidades operativas y logísticas que difieren de su negocio principal.
Esta tendencia de desacoplamiento es visible en el sector, donde grandes grupos prefieren centrarse en sus fortalezas: la marca, innovación de productos y distribución a gran escala. Al desprenderse de las tiendas físicas, Nestlé podría canalizar más recursos e inversiones hacia áreas de mayor crecimiento y rentabilidad.
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