La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) proyecta un panorama alentador para la economía global en la segunda mitad de 2025. A pesar de la persistencia de tensiones comerciales en diversas latitudes, la organización mantiene una visión robusta sobre las expectativas de crecimiento.
Los especialistas de la OPEP subrayan que el consumo de crudo por parte de las refinerías se mantendrá fuerte. Este dinamismo se atribuye principalmente a un repunte sostenido en los sectores de viajes y turismo, factores que, a su vez, serán clave para mantener la demanda mundial de petróleo en niveles elevados.
Este escenario positivo llega en un momento en que las tensiones comerciales y las disputas internacionales han generado incertidumbre en los mercados financieros y en las cadenas de suministro.
Sin embargo, la OPEP considera que la recuperación en el sector del transporte y el aumento en la movilidad de las personas serán factores clave para mantener la demanda de petróleo en niveles sólidos durante los próximos meses.
Desde una perspectiva económica, esta previsión es relevante porque indica que, a pesar de los obstáculos geopolíticos, la economía mundial podría experimentar un repunte en su actividad, apoyada por un consumo energético robusto.
La demanda de petróleo, en particular, sigue siendo un indicador importante de la salud económica global, ya que refleja la actividad industrial, el transporte y el turismo, sectores que suelen recuperarse en fases de crecimiento económico.
La expectativa de la OPEP también sugiere que los precios del petróleo podrían mantenerse estables o incluso experimentar un ligero aumento si la demanda continúa en ascenso.
Esto sería beneficioso para los países productores, que dependen en gran medida de los ingresos provenientes de la exportación de crudo, y también para las economías que importan energía, siempre que los precios no se disparen demasiado.
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