La tasa de depósito récord impulsada por el Banco Central Europeo podría contribuir a reducir la inflación hasta el 2 por ciento, según la presidenta del ente monetario europeo, Christine Lagarde, confirmando que la orientación del banco, no descarta nuevas subidas de tasas de interés.
Recientemente los responsables de la política monetaria en la Unión Europea ofrecieron distintas interpretaciones, un extremo, creer probable que la próxima medida sea recortar las tasas, mientras que en el otro apunta a otra subida cercana al 50 por ciento.
Lagarde destacó una suavización en el mercado laboral que se muestra resistente y que contribuirá al retroceso de la inflación después que el rápido crecimiento de los salarios nominales mantuviera la presión sobre los precios.
Los mercados no creen que exista una nueva subida de tasas de interés bajo la premisa de que la preocupación por una desaceleración de la economía se convertiría en una preocupación mayor que la mostrada por la inflación. Igualmente ven pocas probabilidades que se recorte las tasas.
El BCE puso en marcha una revisión al final de 2022, en parte para reducir el exceso de liquidez que flota en el sector bancario, pero los desacuerdos sobre varios temas técnicos sugieren un retraso. El exceso de liquidez provoca grandes pérdidas a los bancos centrales, debido que las tasas de interés están en máximos históricos y algunos podrían necesitar una recapitalización.
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