Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo es escéptica sobre el éxito de una futura moneda común del grupo BRICS, proyecto que carecería de una base sólida al afectar la soberanía y contar con un banco central que administre y cuide esta nueva moneda.
La francesa planteó la importancia de analizar lo que estos países podrían tener en común en términos demográfico y geopolíticos para ofrecer una moneda que sería conjuntamente organizada, cuidada y utilizada en un futuro.
Lagarde cree que una moneda común no puede ser algo agradable y que se decide a la ligera, es un tema más importante y una expresión de soberanía, que en la visión de la funcionaria del BCE, requiere de algo grande que una a los países participantes.
La máxima responsable del ente monetario europeo cree que no existe una base sólida de soberanía, escenario que podría generar esta moneda única, además de no cree en términos de tener un banco central que administre la política monetaria y cuide la nueva moneda.
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