Varios dirigentes monetarios del Banco Central Europeo defendieron un nuevo recorte de tasas de interés en la próxima reunión, aunque algunos colegas seguían sin estar convencidos, en un momento de crisis en Oriente Próximo que alimenta la volatilidad de los costos energéticos.
El órgano europeo ya recortó las tasas en dos ocasiones en 2024 y los mercados financieros descontaron casi por completo un recorte de tasas de depósito del 3,5 por ciento en octubre, sugiriendo que los inversores esperan que el organismo acelere el ritmo de flexibilización monetaria.
François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia, cree que un recorte es muy probable y no será el último, todo dependerá de cómo evolucione la inflación, este mensaje coincide con las expectativas del mercado que estiman un recorte en octubre y uno similar en diciembre.
Tode se debe que la economía ha estado estancada gran parte del año 2023, el mercado laboral perdió fuerza, el crecimiento salarial se ralentiza y la inflación retrocede más rápido de lo previsto para el Banco Central Europeo.
Los inversores consideran que la tasa de depósito caerá al 3 por ciento a finales de 2024 y al 2 por ciento para finales de 2025, alcanzando la tasa neutral, nivel que no estimula y tampoco frena el crecimiento económico.
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