El Fondo Monetario Internacional elevó ligeramente al alza sus proyecciones de crecimiento económico para los años 2025 y 2026, impulsado por un aumento en las compras previas a la subida de aranceles en Estados Unidos y la reducción en la tasa arancelaria del país, que pasó del 24,4% al 17,3%.
Este ajuste positivo en las perspectivas económicas refleja una cierta resiliencia en la actividad global, a pesar de las tensiones comerciales y las incertidumbres que aún persisten en el escenario internacional. Sin embargo, el FMI no pierde de vista los riesgos que podrían poner en jaque esta recuperación.
En su informe, la institución advirtió que la economía mundial continúa enfrentando desafíos significativos, entre ellos un posible repunte en las tasas arancelarias, que podría frenar el crecimiento y aumentar la incertidumbre en los mercados.
Estas variables representan un escenario complejo que requiere atención y políticas coordinadas para mitigar los efectos adversos y mantener la estabilidad económica.
Aunque las perspectivas para los próximos años son optimistas en términos generales, el FMI enfatiza la necesidad de gestionar cuidadosamente los riesgos para asegurar una recuperación sostenida y equilibrada en la economía mundial.
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