El máximo responsable del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, descartó la posibilidad de una salida a corto plazo sobre una política monetaria ultralaxa, aunque los mercados y responsables políticos sugirieron un enfoque mayor en lo que sucederá después que finalice el período de Kuroda.
Los inversores siguen impulsando al alza los rendimientos de los bonos ante la expectativa de que el órgano monetario elimine el control de rendimiento bajo el nuevo responsable cuando el mandato de Kuroda llegue a su fin en el mes de abril del 2023.
El cambio de mando también es evidente en los comentarios del primer ministro Fumio Kishida, que evidencian que revisará el plan de Japón para vencer la deflación luego que se nombre un nuevo gobernador del banco central.
El órgano monetario sorprendió a los mercados con una sorpresiva ampliación de la banda de asignación sobre el objetivo a 10 años, medida que tiene previsto aliviar parte del costo del estímulo.
Kuroda expresó que esa decisión tenía como objetivo mejorar el efecto en la política ultraflexible. Aunque, Kuroda señaló que el crecimiento de los salarios aumentará gradualmente gracias a la intensificación de la escasez de mano de obra y cambios estructurales en el mercado laboral, que generan salarios altos para los trabajadores temporales y aumenta la cantidad de empleados permanentes.
La fortaleza de los salarios es considerada clave para determinar qué tan pronto el banco central podría elevar los objetivos de control de la curva de rendimiento, que se ubican en -0,1 por ciento para las tasas a corto plazo y cerca de 0 por ciento para el rendimiento de los bonos a 10 años.
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