Fumio Kishida, primer ministro japonés, anunció las bases de un nuevo plan económico que trabaja para emplear desde el mes de octubre, con el que espera ayudar a los hogares a aliviar las consecuencias de la subida de precios e impulsar los salarios.
El máximo responsable de Japón realizó una advertencia a los inversores sobre que traten de vender los yenes, lo que dispararía las facturas de las importaciones de los alimentos y energía, agregando que vigila de cerca los movimientos de las divisas.
Kishida cree que es importante que las divisas tengan un movimiento estable para reflejar los fundamentos, además señaló que el plan para estimular la economía, incluiría medidas para contrarrestar la inflación y promover el crecimiento salarial.
El primer ministro japonés dará instrucciones a su gabinete para que trabajen un paquete económico en octubre y elabore un presupuesto extra para poder financiarlo. El monto y el contenido del presupuesto no fue conocido en detalle, tras las declaraciones de Kishida.
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