El nuevo giro en las proyecciones de la OCDE para México, que revisó al alza su pronóstico de crecimiento del PIB para 2025 y 2026 gracias a la resiliencia de sus exportaciones. El informe situó el crecimiento de la economía mexicana en 0.8 por ciento para 2025, una lectura que supera en 0.4 puntos porcentuales la estimación publicada en junio y que dista notablemente de las sombrías previsiones de marzo, cuando se anticipaba una contracción de 1.3 por ciento para todo el año.
El cambio de escenario obedece, en gran medida, a la demanda externa sostenida por bienes manufacturados y sector energético, así como a la diversificación de mercados que ha logrado México en los últimos años. La OCDE destaca que, a pesar de un entorno internacional desafiante, las exportaciones mexicanas han mostrado una mayor resiliencia de la esperada.
Este fenómeno aporta cierta estabilidad al crecimiento, especialmente en un país donde la actividad manufacturera y la exportación de autotransporte, maquinaria y agroindustria han sido motores clave. Además, la OCDE subraya la necesidad de mantener la inversión privada y la confianza de los consumidores ante un entorno inflacionario que, si se desata de nuevo, podría frenar el consumo y moverse desde la inversión de riesgo hacia posiciones más conservadoras.
Para 2026, la OCDE mantiene expectativas de crecimiento moderadas, reconociendo que la trayectoria dependerá en gran medida de la dinámica externa y de las reformas estructurales que impulsen la productividad y la inversión.
La revisión al alza de la OCDE aporta un mensaje de prudencia optimista: México enfrenta un año 2025 con una expansión tímida pero más sólida de lo previsto, gracias a la resiliencia exportadora, mientras se prepara para un 2026 cuyo escenario dependerá de la evolución global y de políticas interna.
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