El influyente grupo de naciones productoras de petróleo, conocido como OPEP+, parece inclinarse hacia un nuevo y modesto aumento en su objetivo de producción para el mes de diciembre de 2025. Esta decisión, que se ha vuelto una constante en los últimos meses, subraya un punto de inflexión estratégico, particularmente impulsado por el interés de Arabia Saudí en recuperar cuota de mercado.
La tendencia apunta a mantener la política de ajustes graduales al alza. Esta estrategia es notable si se considera el contexto de incertidumbre económica global y las presiones por mantener la estabilidad de precios en un entorno volátil.
Desde abril de este año, la OPEP+ ha implementado una serie de incrementos mensuales que, en conjunto, han elevado sus objetivos de producción en más de 2,7 millones de barriles diarios. Esta cifra representa un aumento significativo, equivalente aproximadamente al 2,5% de la oferta mundial de crudo.
La clave de este continuado movimiento reside en el papel de Arabia Saudí. El reino, principal productor de la OPEP, históricamente ha sacrificado volumen en aras de la estabilidad de precios durante los periodos de crisis de demanda o exceso de oferta.
Esta política de expansión controlada también tiene como objetivo mantener a raya a los productores de petróleo de esquisto de Estados Unidos, que suelen aumentar su producción rápidamente cuando los precios del crudo escalan a niveles muy altos.
El mercado petrolero estará atento a la reunión virtual de la OPEP+ el próximo mes, donde se espera la confirmación oficial de este nuevo ajuste, reafirmando su rol como el principal gestor del suministro energético global.
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