La Reserva Federal prometió recientemente reducir el ritmo de alzas de tasas de interés la próxima semana y, durante los meses por venir, tanteando el terreno para llegar a una tasa lo suficientemente alta para frenar la inflación, pero no tan alta como para hundir la economía de Estados Unidos.
Apenas las tasas de interés lleguen a este punto, el órgano monetario pretenden que los mayores costos en los préstamos surten efecto sobre la economía, haciendo enfriar el mercado laboral, además de aliviar las presiones sobre los altos precios.
Los expertos no piensan igual
Tras el último reporte conocido en Estados Unidos, que sugirió que el crecimiento del empleo no perdió fuerza como se esperaba, los contratos de futuros ligados a las tasas a corto plazo reflejaron las apuestas de que el banco central estadounidense seguiría elevando las tasas en 2023, llegando a su tope o por encima del 5 por ciento en mayo próximo.
Aunque, se estima que unos meses más tarde la Reserva Federal probablemente cambiará su postura y recortará las tasas hasta finales de 2023, alcanzando el nivel esperado de 4,25 a 4,50 por ciento.
Las perspectiva sobre las mediciones del mercado financiero, al igual que la curva de rendimiento invertida, que emite señales de advertencia sobre una recesión están sobre la mesa. Muchos expertos tienen previsto un aumento de la tasa de desempleo durante el año 2023.
La respuesta de la Reserva Federal al debilitamiento de la economía por lo general es recortar las tasas. Pero con la actual inflación, algunos expertos creen que estas apuestas estarían descartadas.
Los responsables de la Reserva Federal actualizarán sus perspectiva sobre el desempleo e inflación el próximo 13 y 14 de diciembre, y algunos adelantaron sus proyecciones actualizadas.
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