Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud de Estados Unidos, anunció un nuevo plan para eliminar miles de puestos de trabajo en el sector salud, una medida enmarcada en el plan de reducir la administración federal.
El plan afectaría a unos 10.000 puestos de trabajo, que se suman a los empleos recortados por la no renovación de jubilaciones y a los que aceptaron el despido indemnizado del Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Kennedy Jr. genera preocupación entre los expertos en salud por sus posiciones contra la vacunación para enfermedades como el sarampión, o su visto bueno en dejar que la gripe aviar se propague sin control entre las aves estadounidenses.
Los planes supondrían un ahorro de 1.800 millones de dólares anuales, apenas un 0.1 por ciento del presupuesto anual del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
El objetivo del gobierno es reducir de 28 a 15 el número de áreas y recortar a la mitad sus oficinas regionales. La Administración de Alimentos y Medicamentos será una de las más afectadas, con 3,500 despidos.
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