El banco popular de China recortó las tasas de interés clave este lunes en un movimiento sorpresivo para impulsar la demanda, debido que los datos mostraron que la economía se desaceleró inesperadamente en julio, con la actividad industrial y minorista sofocada por la política cero COVID, aunado a la crisis de vivienda.
La sombría cifras indica que la segunda economía más grande del mundo está luchando para capear los obstáculos sobre el crecimiento debido a las estrictas restricciones de COVID, lo que llevó a algunos economistas a reducir sus proyecciones.
La producción industrial creció 3,8% en julio respecto al año anterior, según la Oficina de Estadísticas Nacionales, por debajo de la expansión del 3,9% en junio y del 4,6% pronosticado por expertos.
Las ventas minoristas crecieron 2,7% respecto al año anterior, por debajo de la previsión de crecimiento del 5,0% y del 3,1% en junio. Las acciones locales volvieron a ganancias anteriores después de los datos, debido que el yuan se debilitó a mínimo de una semana frente al dólar.
La economía escapó por poco de una contracción en el trimestre de junio, obstaculizada por el cierre del centro de Shanghái, lo que profundizó la recesión inmobiliaria y gasto de los consumidores.
Los riesgos aún abundan debido que muchas ciudades, incluidos centros industriales y centros turísticos, impusieron medidas de cierre en julio tras detectarse nuevos brotes más transmisible del coronavirus.
El sector inmobiliario, sacudido aún por el boicot hipotecario que lastró la confianza de los compradores, se deterioró en julio. Las inversiones inmobiliarias cayeron 12,3% el mes pasado, la tasa más rápida de este año, mientras que la caída de las ventas nuevas aumentó hasta el 28,9%.
BUSCANDO EL EQUILIBRIO
Para estimular el crecimiento, el banco central bajó inesperadamente las tasas de interés en las líneas de crédito por segunda vez este año. Expertos esperan que el recorte pueda conducir a una reducción en las tasas de los préstamos de referencia la próxima semana.
Muchos creen que el espacio para que el Banco Popular de China flexibilice aún más la política puede verse limitado por las preocupaciones sobre las salidas de capital a medida que la Reserva Federal de Estados Unidos y otras economías eleven agresivamente las tasas para combatir la inflación galopante.
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