La inflación podría registrar un alza de hasta 4% en septiembre de 2025 en Reino Unido, según proyecciones que sitúan el avance de los precios por encima del objetivo del Banco de Inglaterra y dejan en alerta a la institución frente a un posible estancamiento de la inflación a un ritmo elevado durante un periodo prolongado.
Un 4% anual en septiembre representaría una desviación significativa respecto al objetivo de inflación del 2% del BoE, aumentando la preocupación por la credibilidad de su marco de política monetaria.
Si la inflación se mantiene en niveles elevados, podría afianzar expectativas de precios más altos entre consumidores y empresas, complicando la labor del Banco de Inglaterra para anclar las expectativas inflacionarias.
La trayectoria de precios continuará siendo un factor central para las decisiones sobre tasas y estímulos, así como para las perspectivas de crecimiento y confianza en la economía británica.
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