La recuperación de la Economía de la Unión Europea será más débil de lo previsto, según las previsiones de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, impulsado por la falta de confianza de los consumidores y mercados que presentan perturbaciones en el comercio y persistente inflación.
El organismo internacional recortó su previsión de crecimiento sobre el producto interior bruto de la Unión Europea al 1,0 por ciento para 2025, en comparación al 1,3 por ciento de sus proyecciones anunciadas en diciembre.
Este recorte refleja la ralentización de la inversión y debilitamiento de la confianza de los consumidores en un escenario de riesgos geopolíticos y comerciales crecientes. Mientras que, espera que el crecimiento mundial pierda fuerza, al recortar su previsión en 0,2 puntos, para ubicarla en 3,1 por ciento.
Las previsiones se publicaron en el informe intermedio sobre perspectivas económicas, en el que se advierte de que el crecimiento mundial se está ralentizando por las crecientes tensiones comerciales y persistentes presiones inflacionistas.
La OCDE cree que el aumento de la incertidumbre mantiene un crecimiento moderado en toda la Unión Europea. Para 2026, el crecimiento fue revisado a la baja en 0,3 puntos, para ubicarla en 1,2 por ciento.
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