La Reserva Federal de Estados Unidos volvió a elevar las tasas en 0,75% en su pelea a contra reloj contra los altos niveles de inflación que existen en el país. La decisión del banco central estadounidense llega un mes después que, tomará la medida más agresiva desde 1994, subiendo las tasas en el mismo porcentaje.
En este escenario muchos actores del mercado hablan que Estados Unidos estaría en recesión, pero el presidente de la Fed, Jerome Powell, detalló que no cree que la economía esté actualmente en recesión, aunque piensa que está perdiendo impulso y que el camino para que el organismo que preside evite un decrecimiento sigue cerrándose cada vez más.
Aunque, los participantes de la junta de la Reserva Federal sí creen que la economía necesita un periodo de crecimiento por debajo del potencial para generar holgura para bajar los altos costos.
El aumento del banco central impactará a millones de empresas y hogares en Estados Unidos, al elevar el costo de los préstamos para pagar viviendas, vehículos, al igual que para las tarjetas de crédito.
Los estadounidenses no solo luchan contra el impacto de los precios, también reciben presión de costos financieros altos.
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