Un primer recorte de la tasa de interés de la Reserva Federal podría ocurrir en septiembre, con la posibilidad de un segundo recorte antes de cerrar 2025, según las proyecciones actuales del mercado. Esta expectativa persiste pese a un entorno de crecientes preocupaciones sobre la salud financiera de Estados Unidos, que podrían influir en la trayectoria de la política monetaria y en la confianza de inversores y consumidores.
La inflación en Estados Unidos ha mostrado signos de repunte, lo que añade incertidumbre a las decisiones de política económica. Analistas señalan que los nuevos impulsos inflacionarios podrían venir de diversas fuentes, incluyendo un entorno comercial más estrecho y ciertos choques de oferta que han perdurado en los próximos meses.
En este marco, la conversación sobre la orientación de la Reserva Federal se intensifica: un primer recorte en la tasa podría sentirse como una señal de relajación monetaria, pero los datos de inflación y empleo serán decisivos para calibrar el tamaño de cualquier ajuste adicional.
Por otro lado, la economía estadounidense enfrenta posibles presiones de política fiscal este año. Se espera que las medidas arancelarias, impulsadas por el gobierno, puedan ejercen una presión al alza sobre precios de importación y, en consecuencia, sobre la inflación general.
Los analistas recomiendan vigilar de cerca los indicadores de inflación, empleo y salud del sistema financiero, ya que podrían redefinir la ruta de los tipos de interés y, en última instancia, el ritmo de crecimiento de Estados Unidos.
+ No hay comentarios
Agregar comentario