Verizon recortó sus proyecciones en dos oportunidades en 2022, mientras sus acciones se han desplomado, sumado al bajo rendimiento en los últimos diez años frente al mercado en general. Muchos inversores apuestan a que lo peor ya pasó para el gigante de telefonía móvil.
El gran atractivo es su jugosa rentabilidad por dividendo e historial de aumento de pago. Este rendimiento en efectivo parece atractivo con las acciones tecnológicas y de telecomunicaciones retrocediendo de forma general y la economía de Estados Unidos al borde de una recesión.
Varias firmas importantes compraron millones de acciones de Verizon en el trimestre que terminó el 30 de junio, según algunos documentos regulatorios. La apuesta resultar ser prematuras, debido que la compañía en julio bajo nuevamente su pronóstico por segundo trimestre consecutivo, provocando que las acciones retrocedieran con fuerza.
Pero estos inversionistas orientados al valor o dividendos apuestan a que Verizon logrará reactivar el crecimiento de sus suscriptores, incluso frente a los descuentos telefónicos y alta inflación.
Verizon tiene trabajo por realizar, sus acción cayeron 21% en 2022, cerrando el pasado viernes en el nivel más bajo desde 2012. Lo que diferencia a la empresa de sus rivales son los dividendo constante, y los inversores podrían obtener buenos resultados próximamente.
Verizon elevó su pago durante 15 años seguidos, anunciando un aumento cada vez durante la primera semana de septiembre. La acción rinde 6.2%. Aunque es menor que el 6,5% de AT&T, este último redujo su dividendo cerca de la mitad en 2022.
Los inversores pueden sentirse cómodos con el hecho de que el mercado se acerca al máximo pesimismo en sus acciones. Menos del 25% de expertos tienen una calificación de compra para las acciones.
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