Ecuador negocia con el FMI una línea de crédito de 1.000 millones de dólares luego que el país sudamericano viviera un terremoto, inundaciones y deslizamientos de tierra durante las últimas semanas.
Las autoridades ecuatorianas tiene cubiertas las necesidades de financiamiento de 2023, pero busca ayuda para financiar los planes para trabajar los desastres naturales que vivieron recientemente, señaló Pablo Arosemena, ministro de Economía y Finanzas de Ecuador.
El país sudamericano vive en una región con actividad sísmica, además es vulnerable a erupciones volcánicas y condiciones climáticas extremas. En 2023, algunas regiones fueron afectadas por fenómenos meteorológicos, detalló Arosemena.
Ecuador recibió cerca de 700.000 millones de dólares de su línea de crédito extendida de 6.500 millones de dólares que le otorga el Fondo Monetario Internacional.
El ministro de economía tiene previsto reunirse esta semana con los responsables de la política monetaria por primera vez desde que el presidente Guillermo Lasso perdiera el referéndum que provocó la caída de los bonos ecuatorianos.
El Congreso, que es controlado por la oposición, intenta destituir a Lasso con acusaciones de corrupción que él mandatario niega que sean ciertas. Una vez termine el juicio político, el Gobierno podría cerrar las negociaciones con el FMI, según Arosemena.
La deuda de Ecuador, significo para los inversionistas pérdidas superiores al 26 por ciento en lo que va de 2023. La liquidación de bonos es una oportunidad para recomprar deuda, indicó Arosemena.
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