Las actividad en las fábricas de Asia y Europa tienen dificultades para tomar un impulso en el mes de julio, debido que la demanda mundial es escasa y las estrictas restricciones por COVID-19 en China son un gran obstáculo para la producción, mostraron algunos reportes, que probablemente agravaran los temores sobre la entrada de las economías en una fuerte recesión.
Los Índices de Gerentes de Compras del mes de julio sugieren que los nuevos pedidos retrocedieron en países potencias en manufacturas, en particular los del noreste de Asia y en Alemania, aunque las presiones sobre los precios podrían estar bajando.
El PMI final del sector manufacturero para la zona euro retrocedió a 49,8 en el mes de julio desde el 52,1 visto en junio, siendo la primera vez desde junio de 2020 que esta por debajo del umbral de 50, que separa el crecimiento de la contracción.
Los minoristas en Alemania cerraron el primer semestre de este año con la mayor caída interanual en sus ventas en los últimos 30 años, debido que la crisis inflacionaria, la guerra en Ucrania y los efectos de la pandemia le pasaron factura.
El aumento de los precios en las materias primas, aunado a las interrupciones en la cadena de suministro supusieron un reto para las empresas y autoridades en el mundo, y los bancos centrales endurecieron rápidamente la política monetaria y las compañías tuvieron que recortar costos.
La actividad en Corea del Sur retrocedió por primera vez en los últimos dos años, mientras que Japón tuvo un menor crecimiento en los últimos 10 meses, mientras persisten las interrupciones en la cadena de suministro.
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