La inflación en la Unión Europea se mantuvo en su tendencia en el mes de febrero al caer al 2,6 por ciento en su cifra interanual, aunque a un ritmo menor, mientras que el Banco Central Europeo evaluar si la trayectoria permite un recorte de tasas de interés.
La agencia europea de estadísticas anunció que la inflación de febrero retrocedió dos décimas en comparación al mes de enero, cuando fue de 2,8 por ciento.
El resultado quedó marginalmente por encima de las proyecciones del mercado, que esperaban que retrocediera al 2,5 por ciento.
El 2,6 por ciento de febrero y la lenta tendencia hacen que el índice este cerca de la meta establecida por el Banco Central Europeo. El órgano monetario busca un incremento de precios cercano al 2 por ciento en la eurozona.
El organismo monetario está bajo presión para que de inicio a la reducción de sus tasas de interés, que subió durante 2023 para contener el alto costo de la vida de los europeos. Mientras que la denominada inflación subyacente se desaceleró en febrero y quedó en 3,1 por ciento, dos décimas menos que en enero.
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