Liz Truss fue nombrada este lunes como primera ministra del Reino Unido, ganando la carrera dentro del Partido Conservador en un momento en que el país enfrenta una crisis por el costo de la vida, más un fuerte malestar industrial que está en recesión.
El anuncio supone el relevo de Boris Johnson, que se vio obligado a renunciar en julio, luego de meses de escándalos que genero la perdida de apoyo a su gestión.
La nueva primer ministro, que era la favorita en la carrera para sustituir a Johnson, será la cuarta primer ministro de los conservadores desde 2015. Durante este período, Reino Unido fue sacudida por varias crisis y ahora enfrentará probablemente a una larga recesión desencadenada por la inflación que alcanzó 10,1% en julio.
Truss prometió actuar con rapidez para terminar la crisis del costo de la vida y afirmó que en el plazo de una semana tendrá un plan para frenar la subida de las facturas de energía y asegurar el suministro de combustible para el futuro.
La conservadora de 47 años enfrentará una difícil tarea, que según parlamentarios de oposición es el resultado de 12 años de mal gestión.
Truss espera nombrará un gabinete fuerte, prescindiendo de lo que llama «estilo presidencial» y tendrá que trabajar para ganarse a algunos legisladores de su partido que apoyaron a Sunak en la carrera por el puesto más relevante en la política del Reino Unido.
Deberá ocuparse de forma urgente del aumento de los precios de la energía. Probablemente la factura media anual de los servicios en los hogares suba 80% en octubre.
Reino Unido está detrás de otros grandes países europeos en oferta de ayudas para las facturas energéticas, algo que parlamentarios de oposición atribuyen a un Gobierno incapaz de actuar mientras se disputan el liderazgo.
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