SpaceX rechazó la conclusión de la Administración Federal de Aviación de que la compañía no siguió las regulaciones durante dos lanzamientos de sus cohetes, violando las regulaciones que conllevan multas por 633.000 dólares.
El organismo estadounidense criticó a SpaceX antes de los lanzamientos durante 2023 en Cabo Cañaveral, lo que llevó a Musk a calificar las multas como motivaciones políticas y amenazar con demandar para impugnarlas.
Elon Musk afirmó que los líderes de la Administración Federal de Aviación atacaron a SpaceX por asuntos insignificantes, mientras descuida problemas de seguridad en los aviones de Boeing, poniendo en riesgos vidas humanas.
David Harris, vicepresidente legal de SpaceX, envió una carta a dos comités del Congreso que supervisan a la Administración Federal de Aviación, ampliando sus objeciones y afirmando su compromiso con la seguridad.
Al proponer las multas, la Administración Federal de Aviación señaló que SpaceX no obtuvo una aprobación para revisar el plan de comunicaciones para los lanzamientos en 2023 en cohetes que transportaban satélites de telecomunicaciones.
Además, señaló que SpaceX utilizó una red no aprobada de tanques de combustible antes del lanzamiento del mes de julio de 2023. SpaceX argumento que la Administración Federal de Aviación aprobó posteriormente el uso de esta red para el lanzamiento posterior y decidió que no afectaría la seguridad.
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