El ambiente positivo en los mercados debido a la victoria de Lula da Silva parece haber terminado, ya que los inversores muestran preocupación por los deseos de elevar el gasto social sin establecer reglas fiscales en el largo plazo ni nombrar a los responsables de la política económica.
Los inversores quieren que Lula restablezca reglas estrictas sobre las finanzas públicas tras el gasto realizado por Jair Bolsonaro durante la pandemia y campaña electoral.
El real y el índice Bovespa retrocedieron este jueves 3 y 4 por ciento, respectivamente, el después que Lula detallará ante parlamentarios que algunos gastos deben ser considerados como inversiones, además cuestionara la prioridad que se da a ciertos sectores de la economía.
Los mercados ponderaron el anuncio de que cuatro economistas del Partido de los Trabajadores se encargarán del presupuesto como parte del equipo de transición de Lula, incluido el ex-ministro Guido Mantega.
La reacción negativa y el equipo de transición de Lula, es el último ejemplo de la respuesta inmediata y contundente que los inversores tienen sobre las propuestas económicas del gobierno que entrará en funciones en 2023, con una realidad mundial de alta inflación, bajo crecimiento y escaso apetito por el riesgo.
Lula aún no ha nombrado al ministro de Economía y expresó que consideraría elegir su gabinete tras regresar de la cumbre sobre el clima en Egipto la próxima semana.
Sus asesores discuten actualmente con parlamentarios cómo abrir espacio para tener un mayor gasto fuera del límite, para de esta forma cumplir con las promesas de campaña, entre las que se encuentra una enmienda constitucional.
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