Bancos centrales recalibran objeticos tras esfumarse expectativas de relajación en 2024
Los principales bancos centrales del mundo esperaban realizar movimientos que permitiera que cualquier persona con una tarjeta de crédito pudiera dirigir un negocio o comprar un inmueble, impulsado por tasas de interés más bajas, una decisión que abarataría los préstamos.
Pero, los recortes de tasas son debatidos en los órganos monetarios del mundo, en especial en la Reserva Federal de Estados Unidos. Los inversores mostraban entusiasmo en el pasado, debido a las perspectivas sobre condiciones financieras más laxas.
La relajación monetaria conjunta parecía inminente a finales de 2023, pero se desvaneció porque los principales bancos centrales siguen enfrentando una inflación más persistente de lo esperado, sumado a un crecimiento económico y salarial resistente.
Después de elevar r las tasas de interés durante 2022 y 2023 para reducir los efectos de la inflación, el movimiento para relajar la política monetaria será consecuente, según el máximo responsable de la política monetaria de Estados Unidos, Jerome Powell, que anticipa solo un recorte de tasas de un cuarto de punto para finales de 2024, menos de lo que se proyectaba en diciembre o marzo.
La mayoría de economistas en el mundo esperan solo uno o dos recortes de tasas en Estados Unidos en 2024, mientras que las previsiones sobre un primer movimiento del Banco Central Europeo se mantuvo en su pronosticó en un recorte en junio.
Aunque, los responsables de la política monetaria del Banco Central Europeo llevan tiempo advirtiendo sobre los riesgos en el camino que pueden surgir al intentar situar la inflación en el objetivo europeo, al sugerir que el primer recorte no ocurriría hasta junio.
Los bancos centrales en el mundo están intentando gestionar la disyuntiva entre inflación y crecimiento económico, conscientes de que una política monetaria restrictiva podría destruir la frágil recuperación de la Unión Europea.