La desaceleración economía de Estados Unidos generada por problemas de oferta y demanda, amenaza con generar una recesión en el año 2023, un escenario que no descartan los entendidos, ni mucho menos los funcionarios de la administración Biden.
La administración demócrata confirmó el retroceso de la economía durante los primeros tres meses de este año, que perdió 0,4% en comparación con el mismo trimestre de 2021.
Estas cifras se hacen oficial luego que en 2021 se registrará un crecimiento del 5,7%, el mayor visto desde 1984, por lo que deben relativizarse en un momento de menor ritmo tras un período en que la economía creció de forma excepcional.
Estados Unidos podría crecer a menor ritmo en 2022, pero la verdadera preocupación estaría en el riesgo de que esta desaceleración desemboque en 2023 en una recesión que habitualmente precede dos trimestres seguido de caída en la actividad económica.
Según nuestro experto Orlando Dávila, la caída en los tres primeros meses de este año responde a factores de oferta y demanda, dada la coincidencia de distintos fenómenos internacionales e internos en Estados Unidos.
La oferta de productos es incapaz de dar respuesta a la demanda debido a los problemas en la cadena de suministros, que es agravada por el cierre de fábricas en China y el estallido de la guerra en Ucrania.
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