En el corazón de América Latina, una nación azotada por la crisis económica se encuentra en el epicentro de una potencial transformación política. Marcelo Claure, un magnate boliviano con una fortuna forjada en el mundo de las telecomunicaciones y tecnología, ha lanzado un ambicioso proyecto: utilizar su influencia para reconfigurar el panorama político de su país natal.
Su objetivo es desplazar al partido socialista e instaurar una administración favorable al libre mercado en las cruciales elecciones de 2025. Bolivia, sumida en una profunda crisis económica marcada por una inflación galopante y una alarmante escasez de combustible, se enfrenta a un momento decisivo.
Claure, quien no ha pisado suelo boliviano en más de un año debido a amenazas de muerte y temor a represalias, percibe las elecciones de agosto como una oportunidad única para impulsar un cambio significativo.
Un paso clave en su estrategia es la convocatoria a los candidatos a una reunión en la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard. Allí, presentará un plan de reformas económicas. Este encuentro se perfila como una última oportunidad para persuadir a la oposición a unirse en torno a una candidatura unificada.
La visión de Claure es clara: utilizar su influencia y contactos en el mundo para atraer inversiones a Bolivia, siempre y cuando el país adopte políticas favorables a la inversión extranjera.
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