El Banco Mundial elevó su previsión de crecimiento mundial al 2,1 por ciento para 2023, cuatro décimas por encima de la perspectiva anterior, mientras que bajo en tres décimas sus proyecciones para 2024, al ubicarla en 2,4 por ciento.
El organismo advirtió sobre las vulnerabilidades que tendrán las economías en desarrollo por los efectos que causan las alzas de tasas para combatir la inflación.
La economía mundial permanece en un estado precario debido a los efectos prolongados de la pandemia, incursión de Rusia en Ucrania y fuerte endurecimiento monetario para contener los altos precios en el mundo.
En su más reciente informe, el banco de desarrollo señaló que la resiliencia que mostraron gran parte de países durante 2022 se desvanecerá. Aunque mejora las perspectivas respecto a la previsión de enero.
En 2023 se prevé que la actividad mundial sufra un frenazo, con una desaceleración pronunciada en economías desarrolladas, que registrarán crecimiento de solo 0,7 por ciento en 2023 y 1,2 por ciento para 2024.
América Latina y el Caribe, probablemente crecerá solo 1,5 por ciento durante 2023, dos décimas más que la estimación anterior, aunque el Banco Mundial destaca que en 2023 la confianza de los consumidores se despejo y los precios de las materias primas recuperaron parte de lo perdido.
Además el Banco Mundial prevé que la inflación baje de forma gradual a medida que se desacelera el crecimiento, pierde fuerza la demanda laboral y los precios de las materias primas sigan estables.
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