OCDE incrementó las previsiones de crecimiento de las principales economías del mundo debido que se moderaron algunos riesgos en la actual coyuntura económica, entre lo que están los precios de la energía o reapertura de China.
Aunque las tasas de crecimiento son relativamente bajas, al compararse con las que había antes de la pandemia, además existen obstáculos en el horizonte porque la inflación subyacente es elevada y porque las tasas de interés pusieron en evidencia las vulnerabilidades de los mercados financieros.
Ante el nivel de deuda abultado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico advierte que el gasto público debe limitarse y ser selectivo, para ser dirigido a los más necesitados.
El reporte señala que la economía mundial crecerá 2,7 por ciento en 2023, una décima por debajo de la cifra proyectadas en marzo y cinco más que en noviembre. En 2024, el organismo cree que la economía tendrá una ligera aceleración, alcanzando 2,9 por ciento.
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