La incertidumbre que se ciernen sobre el comercio entre Canadá y Estados Unidos generaron una tormenta sobre el mercado laboral canadiense. Los últimos datos revelan un aumento en la tasa de desempleo al ubicarse en 6,9% en abril, marcando un incremento de dos décimas en comparación al mes anterior.
Este repunte, recuerda cifras no vistas desde enero de 2017, un panorama que enciende las alarmas sobre el impacto de las tensiones comerciales en la economía canadiense. Aunque la economía canadiense logró una modesta creación de 7.400 empleos en abril, contrastando con la pérdida de 33.000 puestos durante marzo.
La lupa se posa sobre el sector manufacturero, que sufrió una significativa pérdida de 31.000 empleos. Ontario, zona industrial del país y hogar de las plantas de ensamblaje automotriz, fue la provincia más golpeada. La contracción no fue casualidad: coincide con la entrada en vigor de los aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos.
Este aumento del desempleo no es solo una cifra; es un síntoma de las consecuencias de las políticas comerciales proteccionistas. Las empresas manufactureras, ante la incertidumbre y el aumento de costos por los aranceles, se ven obligadas a ajustar sus plantillas, impactando en el bolsillo de miles de trabajadores y sus familias.
El mercado estará atento a las próximas publicaciones de datos económicos para evaluar si las medidas adoptadas por el gobierno canadiense para mitigar el impacto de los aranceles. Por ahora, la sombra de la incertidumbre comercial se alarga sobre el panorama laboral canadiense, recordándonos la intrincada y a menudo volátil relación entre la política y la economía.
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